Agricultura

Salvar a las abejas con IoT

Tash Bandeira
- 4 min read
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En algún momento a finales de 2006, los apicultores de toda Norteamérica empezaron a observar pérdidas drásticamente elevadas entre sus colonias de abejas melíferas occidentales. También se observaron desapariciones menos dramáticas en Europa y en todo el mundo, causando importantes pérdidas en los cultivos agrícolas que dependen de la polinización de las abejas para sobrevivir.

Conocido ahora como Trastorno del Colapso de las Colonias (CCD, por sus siglas en inglés), estas pérdidas repentinas se producen cuando la mayoría de las abejas obreras de una colonia abandonan a su reina y abundantes reservas de miel y polen. Al encontrarse pocas abejas muertas en las cercanías, el fenómeno no se correspondía con ninguna de las causas de muerte de abejas conocidas hasta entonces.

Sin abejas obreras, las colmenas mueren y las repercusiones van mucho más allá de la escasez de miel. En todo el mundo se registran importantes pérdidas agrícolas y los consiguientes efectos económicos. Aproximadamente el 75% de nuestro suministro de alimentos depende directamente de la polinización de las abejas melíferas, lo que corresponde a un valor global de cientos de miles de millones de dólares. Y como no se vislumbra el final del CCD, hay mucho en juego en la crisis de las abejas.

Aproximadamente el 75% de nuestro suministro de alimentos depende directamente de la polinización de las abejas melíferas, lo que corresponde a un valor mundial de cientos de miles de millones de dólares.

Los científicos aún no han encontrado una única causa del declive, que atribuyen a una combinación de pesticidas, enfermedades, deficiencias nutricionales y la propia apicultura comercial, por lo que es poco probable que se encuentre una solución sencilla. La UE votó a favor de prohibir el uso de pesticidas neonicotinoides en 2018, pero en lugar de un cambio político global, las soluciones innovadoras de IoT ya han demostrado ser muy prometedoras para ayudar a las abejas a sobrevivir.

Internet de las picaduras

Saber cuándo una colonia tiene problemas y actuar con rapidez es imprescindible para la apicultura. Tradicionalmente, esto ha supuesto revisiones periódicas de la colmena, una práctica que perturba la vida de las abejas. Pero con las soluciones IoT que incorporan sensores inalámbricos en la colmena, los apicultores pueden vigilar mejor sus colonias en tiempo real y a distancia.

En la Universidad Politécnica de la Sorbona de París, un estudiante desarrolló una caja de apicultura de precisión que puede tomar lecturas de temperatura, humedad y peso, así como detectar la presencia de una abeja reina. Con los datos visualizados en sus Ubidots dashboard, los apicultores pueden tomar medidas para reducir el consumo de recursos y aumentar la productividad.

Proyecto "Don't worry, bee happy". Crédito: Chuan Li @ Polytech Sorbonne, Universidad de la Sorbona.

En Costa Rica, unos estudiantes universitarios desarrollaron el Internet de las Abejas, impulsado por Ubidots, un proyecto destinado a controlar los ácaros de la varroa. Las varroas se adhieren a las abejas, chupan su hemolinfa y propagan las enfermedades que transmiten, lo que supone una grave amenaza para la salud de las abejas melíferas. Al controlarlas mejor, los apicultores pueden mejorar la calidad de vida de sus colmenas, al tiempo que aumentan la producción de miel y la movilidad del polen.


Otro método, desarrollado por investigadores de Manchester, consiste en marcar a las abejas con chips RFID para seguir sus movimientos. Con los datos de localización, los apicultores pueden seguir sus idas y venidas para comprender y predecir mejor su comportamiento. En Canadá, los estudiantes de posgrado también han estudiado el uso de sensores para escuchar a las colmenas y detectar patrones de comunicación en el zumbido.

Pero, sin duda, el mayor revuelo en soluciones basadas en IoT es el desarrollo de las abejas robot o zánganos polinizadores. Directamente sacadas de un episodio de "Black Mirror", las RoboBees fueron presentadas por investigadores de la Universidad de Harvard en 2013. Aunque sus primeras iteraciones se limitaban a volar y planear, ahora pueden nadar bajo el agua y adherirse a diversas superficies. Las abejas robóticas del futuro podrían trabajar en las granjas como sus congéneres naturales, polinizando los cultivos y ayudando a compensar las pérdidas de población.

El "RoboBee". Crédito: Instituto Wyss de la Universidad de Harvard

Independientemente de la forma que adopten nuestras soluciones "IoBees", la recopilación y el intercambio de datos nos proporcionarán una visión profunda de sus vidas. Investigadores y emprendedores de IoT de todo el mundo se están dando cuenta del potencial de agregar estos datos en cuadros de mando de IoT, creando soluciones de IoT que pueden ofrecerse comercialmente a los agricultores o a instituciones de investigación.

Esta serie de proyectos destinados a atajar la crisis apícola muestra el enorme potencial del Internet de las cosas para ayudar a salvar a las abejas que alimentan nuestro mundo.